Oraciones matutinas (Sapro)



 
Salmo 51 (50)
 
¡Ten piedad de mí, oh, Dios, por tu bondad, por tu gran compasión, borra mis faltas! ¡Lávame totalmente de mi culpa y purifícame de mi pecado! Porque yo reconozco mis faltas y mi pecado está siempre ante mí. Contra ti, contra ti solo pequé e hice lo que es malo a tus ojos. Por eso, será justa tu sentencia y tu juicio será irreprochable; yo soy culpable desde que nací; pecador me concibió mi madre. Tú amas la sinceridad del corazón y me enseñas la sabiduría en mi interior. Purifícame con el hisopo y quedaré limpio; lávame, y quedaré más blanco que la nieve. Anúnciame el gozo y la alegría: que se alegren los huesos quebrantados. Aparta tu vista de mis pecados y borra todas mis culpas. Crea en mí, Dios mío, un corazón puro, y renueva la firmeza de mi espíritu. No me arrojes lejos de tu presencia ni retires de mí tu santo Espíritu. Devuélveme la alegría de tu salvación, que tu espíritu generoso me sostenga: yo enseñaré tu camino a los impíos y los pecadores volverán a ti. ¡Líbrame de la muerte, Dios, salvador mío, y mi lengua anunciará tu justicia! Abre mis labios, Señor, y mi boca proclamará tu alabanza. Los sacrificios no te satisfacen; si ofrezco un holocausto, no lo aceptas: mi sacrificio es un espíritu contrito, tú no desprecias el corazón contrito y humillado. Trata bien a Sion por tu bondad; reconstruye los muros de Jerusalén. Entonces aceptarás los sacrificios rituales –las oblaciones y los holocaustos– y se ofrecerán novillos en tu altar.
 
A ti pertenece la alabanza, oh Dios. Barejmor.
 
¡Oh Dios misericordioso! Ten piedad de nosotros por tu gracia.
 
Salmo 63 (62)
 
Dios, tú mi Dios, yo te busco, sed de ti tiene mi alma, en pos de ti languidece mi carne, cual tierra seca, agotada, sin agua. Como cuando en el santuario te veía, al contemplar tu poder y tu gloria, pues tu amor es mejor que la vida, mis labios te glorificaban, así quiero en mi vida bendecirte, levantar mis manos en tu nombre; como de grasa y médula se empapará mi alma, y alabará mi boca con labios jubilosos. Cuando pienso en ti sobre mi lecho, en ti medito en mis vigilias, porque tú eres mi socorro, y yo exulto a la sombra de tus alas; mi alma se aprieta contra ti, tu diestra me sostiene. Mas los que tratan de perder mi alma, ¡caigan en las honduras de la tierra! ¡Sean pasados al filo de la espada, sirvan de presa a los chacales! Y el rey en Dios se gozará, el que jura por él se gloriará, cuando sea cerrada la boca de los mentirosos.
 
A ti pertenece la alabanza, oh Dios. Barejmor.
 
Eniono
 
Oh rey celestial, por la mañana vengo a tu presencia y me postro ante tu trono. Perdona todos los pecados que he cometido contra ti.
 
Dios compasivo y misericordioso, pido y ansío tu piedad. Perdona todos los pecados que he cometido contra ti.
 
Tú, que eres luz y vives en la luz, hazme digno de tu luz que no sucumbe a la oscuridad. Barejmor.
 
Adoro al Señor cuyo nombre es glorificado en los cielos por las criaturas celestiales y en la tierra por el pueblo fiel. Amén.
 
Salmo 113 (112)
 
¡Alabad, servidores de Yahveh, alabad el nombre de Yahveh! ¡Bendito sea el nombre de Yahveh, desde ahora y por siempre! ¡De la salida del sol hasta su ocaso, sea loado el nombre de Yahveh! ¡Excelso sobre todas las naciones Yahveh, por encima de los cielos su gloria! ¿Quién como Yahveh, nuestro Dios, que se sienta en las alturas, y se abaja para ver los cielos y la tierra? El levanta del polvo al desvalido, del estiércol hace subir al pobre, para sentarle con los príncipes, con los príncipes de su pueblo. El asienta a la estéril en su casa, madre de hijos jubilosa.
 
A ti pertenece la alabanza, oh Dios. Barejmor.
 
De los Salmos 148,149 y 150
 
Alabad a Dios, ángeles suyos todos, todas sus huestes, alabadle! Por su palabra todo fue hecho, pues él ordenó y fueron creados; él los fijó por siempre, por los siglos, ley les dio que no pasará. Alabad a Yahveh, montañas y todas la colinas, árbol frutal y cedros todos, fieras y todos los ganados, reptil y pájaro que vuela. Porque sólo su nombre es sublime, su majestad por encima de la tierra y el cielo. El realza la frente de su pueblo, de todos sus amigos alabanza, de los hijos de Israel, pueblo de sus íntimos. Alaben su nombre con la danza, con tamboril y cítara salmodien para él! Porque Yahveh en su pueblo se complace, adorna de salvación a los humildes. Los elogios de Dios en la garganta de sus amigos, y en su mano la espada de dos filos; para ejecutar venganza en las naciones, castigos en los pueblos, para atar con cadenas a sus reyes, con grillos de hierro a sus magnates. Alabadle por sus grandes hazañas, alabadle por su inmensa grandeza. Alabadle con clangor de cuerno, alabadle con arpa y con cítara. Alabad a Yaveh, naciones todas, Alabadlo, pueblos todos. Pues grande es su bondad hacia nosotros. Él es verdaderamente el Señor por siempre.
 
A ti pertenece la alabanza, oh Dios. Barejmor.
 
Ecbo
 
Que Dios nos ayude. Los remolinos y las olas de los pecados que hemos cometido nos rodean. Sé tú puerto apacible para nosotros de modo que no nos hundamos en el mar de los pecados. Estamos dispuestos a arrepentirnos. Así como le extendiste la mano a Pedro, extiéndenos tu mano a nosotros y ayúdanos. Stomen...
 
Colo
 
Oh Cristo, Dios nuestro, tú te ofreciste a ti mismo como incienso agradable a Dios Padre. Que mediante ti seamos también nosotros incienso agradable a Dios. Aunque nuestras oraciones y ofrendas son abominables y hediondas, tócanos y purifícanos con tu santa mano que limpió a los leprosos, de modo que nuestras oraciones y ofrendas se vuelvan fragancia de dulce olor. Barejmor.
 
Por la intercesión de la Madre de Dios
 
Señor Dios nuestro, con tu presencia sacudiste el Monte Sion. Mientras portabas las alturas y las profundidades, quisiste que la Virgen María te concibiera sin conocer varón y te diera a luz. Que el nombre de tu Madre sea glorificado y nos ayude mediante sus oraciones.
 
Por la intercesión de los Santos
 
¡Oh mártires! Rogad para que Él tenga misericordia de nosotros por su Gracia y nos salve del castigo del último día. Rogad por nosotros para que seamos hechos dignos de contemplaros cuando recibáis las coronas de victoria.
 
Por la intercesión de nuestro Santo Patrón
 
San/ta N., los que se encuentran atribulados buscan tu ayuda. Que tu oración sea para nosotros refugio y fortaleza. Que por tus oraciones sean atendidas nuestras peticiones, que los enfermos sean sanados y que los que se encuentran en tentación satánica sean liberados.
 
Por el arrepentimiento
 
Oh Dios, tú no les niegas tu misericordia a los pecadores que a ti acuden. Por tu compasión sálvanos de los castigos y  de los golpes de la ira. Para que te alabemos por tu misericordia, concédenos meses gozosos y años prósperos. Por la gloriosa señal de tu cruz guárdanos del mal.
 
Señor, que no dejemos de alabarte ni de glorificarte.
 
Señor, no nos juzgues según tu justicia. Confesamos que somos pecadores. Si nos juzgaras según nuestros pecados, no podríamos aspirar a la vida eterna ni clamar ante ti, sino que nuestra heredad sería el infierno. Por lo tanto, perdóna nuestros pecados según tu misericordia.
 
Señor, cuando nos juzgues, que no nos cubran nuestros pecados. Que cuando los justos estén vestidos para el juicio no andemos nosotros desnudos. Confesamos que hemos caído en el pecado; extiende tu mano hacia nosotros para que podamos levantarnos de nuevo. Oh Compasivo, que abres la puerta a todos los que se arrepienten, ten piedad de nosotros como perdonaste al ladrón que pendía de la cruz a tu lado.
 
Por los difuntos
 
Señor, concede paz y buena memoria a nuestros padres y hermanos difuntos; inclúyelos en la compañía de los santos y cuéntalos entre su número. Cuando te sientes en el trono para juzgar y separar a los justos de los malvados, que reciban tu misericordia. Cuando aparezcas con tu Gracia, que se sitúen a tu derecha. Morio rahem alainu adaráin.
 
Boúzo de San Jacobo
 
Oh Señor, abre tu gran puerta llena de misericordia. Escucha nuestras peticiones y ten piedad de nuestras almas.
 
Oh gloriosa luz que ilumina toda la creación por la mañana, ilumina nuestros intelectos para que podamos alabar tu misericordia.
 
(Aquí se puede rezar alguna oración especial del día)
 
Señor, es bueno darte gracias y alabar tu exaltado Nombre, proclamar tu bondad por las mañanas y tu fidelidad por las noches. Señor, escucha mi voz por la mañana. Que me encuentre listo ante ti por la mañana. Señor, ten compasión de tu pueblo. Señor, perdona todos nuestros pecados. Santo, que tu diestra nos cubra y que tu Nombre sane nuestras debilidades.
 
 
 
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